EL ODIO ENVENENA
Por Antero Flores-Araoz No es novedad que los peruanos nos sentimos indignados por la corrupción que está enquistada en nuestro país, pero que ha ido creciendo en los últimos cerca de treinta años gracias a empresas constructoras de origen brasilero que, solas o consorciadas con otras peruanas, sucumbieron a las exigencias inmorales de autoridades nacionales para entregarles la ejecución de obras públicas o también, para seducir a tales autoridades con “comisiones” para el otorgamiento de la buena pro de muchas obras. Sea lo uno o lo otro, lo cierto es que se aumentan los precios de las obras, para que…