¿DE QUÉ COLEGIO ERES?
Por Gustavo Rodríguez* Me rebelo y con orgullo meritocrático lo proclamo: ¡No, no estudié en Markham! Hace unas semanas llegué a la cúspide de mi blanqueamiento. Estaba en uno de esos almuerzos que se sirven con tres tenedores y tres copas al frente cuando mi compañero de mesa, hermano de un ministro, me preguntó: –Tú estudiaste en el Markham, ¿verdad? Pocos saben que mi relación con las aulas se inició en una escuelita fiscal cerca de un mercado de Trujillo y que luego ascendí a la meseta anodina de un colegio católico sin brillos. Hasta el patio de mis recreos…