SANTA TERESA DE CALCUTA
FRAN-CA-MENTE.- Es indudable que ser santo requiere cualidades excepcionales de dedicación y sacrificio hacia la humanidad especialmente los menos favorecidos, y la madre Teresa de Calcuta desde ayer Santa y elevada a los altares es un ejemplo fidedigno y vivo de ello, porque nos ha tocado verla y admirarla, gracias a Dios, segundo Santo que pudimos ver, como el Papa “Sharapa” San Juan Pablo II. Personalidades ciertamente, que trasciende más allá de lo humano y son como símbolos de espiritualidad viviente, son testigos de Cristo y ejemplos de que aun en esta época de turbulencia no sólo social, donde el materialismo y…