AVENTURAS ELECTORALES
Por considerarlo muy importante para el desarrollo político del país tenemos como invitado en nuestro espacio editorial al Dr. Antero Flores-Araoz*
Tanto en el Congreso como en la prensa y en las agrupaciones políticas, sin dejar de lado a algunas organizaciones no gubernamentales especializadas en fomentar la Democracia, se viene debatiendo sobre la conveniencia de efectuar reformas políticas y electorales.
Unos quieren volver al sistema parlamentario bicameral, otros pretenden que continúe una sola cámara. Hay personas que insisten en reformar totalmente la Constitución, en contraste con lo adecuado que es realizar enmiendas parciales.
También se discute sobre el voto preferencial; listas parlamentarias cerradas o abiertas; democracia partidaria interna; facultades limitadas o amplias de las dirigencias políticas; financiamiento estatal de los partidos; pérdida de curul; igualdad de género en listas parlamentarias, regionales y locales; alternancia de género en tales listas, entre infinidad de otras materias.
De lo que nadie habla es de educar al elector, de hacer docencia política para desterrar vicios que sacuden los cimientos de la Democracia al incorporar a la política a personas de dudosa reputación para no hablar de otros que son impresentables.
Se necesita que el elector tome conciencia que es el soberano y que no puede quejarse de que arriben a la actividad política personas inadecuadas, cuando no delincuenciales, si es que el sufragio lo realizan irresponsablemente.
Las campañas electorales son de propuestas gubernamentales en sus tres niveles, según se trate de procesos nacionales, regionales o locales. Las propuestas tienen que ir acompañadas de las personas que la agrupación política presenta para que las ejecute, a fin que el elector sepa con certidumbre a quién beneficiará con su voto y las propuestas que avala.
No dudo que a todos nos gustan los espectáculos, pero las campañas electorales no deben serlo, ellas son las expresiones públicas de propuestas y actores, no necesariamente de cantantes, bailarines, y recitadores. Tampoco se debería privilegiar acciones mediáticas para generar simpatía frente a supuestos hechos accidentales pero que en la realidad han sido “fabricados” por el supuesto actor político sorprendido.
Nos quejamos también de la calidad de nuestros políticos que son fruto de la elección ciudadana, pero con olvido que es el elector el que los ha elevado a un sitial inmerecido. Si existe el come pollo, la roba cable, el proxeneta, el narco, el delincuente, el sospechoso, y en general los impresentables, es porque el ciudadano puso su voto para que salieran elegidos. Consecuentemente el ciudadano tendría que tener responsabilidad en su selección para el acto de sufragio.
Los políticos no deben improvisarse. Requieren tener conocimientos y preparación, pues serán nuestros legisladores en varios niveles, nuestros gobernantes nacionales, regionales o locales. Ello no es juego y por más atributos que tenga el candidato respecto a otras disciplinas, profesiones, ocupaciones y aficiones, ello no necesariamente lo convertirá en un buen gobernante.
Puede ser un gran conductor de barras y gritar a viva voz los ra,ra,ra; también podría ser un magnífico exponente de nuestra gastronomía, incluso ser un símil de Brad Pitt, pero nada de ello transforma al candidato en futuro buen parlamentario o mejor gobernante.
Es hora que el ciudadano actúe con la razón y no con la emoción.
* Reconocido jurista y político peruano Fundador del partido ORDEN
Ha sido Diputado, Constituyente y Congresista de la República del Perú, siempre de la mano del Partido Popular Cristiano. En el 2004, fue electo como Presidente del Congreso entre otros importantes cargos diplomáticos.