MIGUEL GRAU UNA VIDA EJEMPLAR ORGULLO DEL PERU
Es bueno recordar a nuestros héroes, particularmente la juventud peruana, que está carente de paradigmas que les trasmita la idea de ética y moral, atributos indispensables para desarrollar una vida con mínimos parámetros de dignidad. Nuestros jóvenes deben recordar que existen héroes peruanos que sacrificaron su vida por nuestra patria; y que no solamente los futbolistas o personajes con pies de barro que aparecen un día en la TV luciendo músculos y otras lindezas y al otro día ya no existen son dignos de imitar, puesto que crean falsas expectativas de moral para llegar al éxito.
El Perú debe recordar con gran devoción patriótica el 136º aniversario de la inmolación de Miguel Grau Seminario, cuando al mando del legendario Huáscar se enfrentó contra un enemigo inmensamente superior en el combate de Punta Angamos, el 8 de octubre de 1879, en la Guerra del Pacífico.
No obstante el tiempo transcurrido, su gloriosa e inmortal imagen continúa presente en la conciencia de nuestra nación porque encarna los más sublimes valores patrios.
Nació en Paita en 1834 y durante su paso por la Marina Mercante y luego en la Marina de Guerra realizó una brillante carrera hasta el estallido de la infausta Guerra del Pacífico. Aquel amanecer del 8 de octubre, el almirante sintió el llamado de la patria y sabía que era un día muy especial para él y sus valientes marinos.
El intrépido monitor había sido capaz de jaquear a la poderosa Armada de Chile. Las fuerzas militares del sur sabían que no podían iniciar la campaña en territorio peruano si el Huáscar podía acecharlos. Sus valientes incursiones fueron motivo de crisis ministeriales, interpelaciones en su Congreso, censura a su gobierno y protestas populares.
El héroe peruano ordenó que la pequeña Unión escapara de una inevitable confrontación con dos divisiones de barcos de guerra chilenos que rodearon al Huáscar. Así, tuvo que enfrentar solo al Almirante Blanco Encalada, la Covadonga, el Almirante Cochrane, el Loa y la O’Higgins. Luego de una hora y media de confrontación, el valiente almirante y su tripulación pasaron a las páginas de la historia como sus máximos héroes.
¿Por qué la figura de Miguel Grau ha trascendido el tiempo y es considerado nuestro máximo héroe nacional? Sin duda, porque encarna los máximos valores a los que puede aspirar un patriota. El almirante fue un férreo partidario de la democracia, un hombre que amó profundamente a su país y a su familia, un impulsor del derecho humanitario en tiempos de conflicto y, al mismo tiempo, encarnó la esperanza y la unión nacional.
Grau también fue un precursor del derecho humanitario en nuestro continente. Tras el hundimiento de la corbeta Esmeralda y la muerte de su capitán, Arturo Prat Chacón, el Caballero de los Mares ordenó recoger a los sobrevivientes chilenos.
Nuestro máximo héroe también simboliza la unión de los peruanos. Tras el hundimiento accidental del blindado Independencia en el Combate de Iquique, él encarnó la esperanza de una nación en una guerra desigual. Los peruanos debemos tener siempre presente su indiscutible heroísmo, entrega, legado de valor y sacrificio, sobre todo en los momentos en que el país necesita la unidad de todos sus hijos.
Elena Villar
Directora
F/ El peruano