¿ENCUESTADOR O ELECTOR?
Por Antero Flores-Araoz*
El interrogante que lleva por título este artículo, está motivado por el seguimiento que algunos medios de prensa, instituciones públicas y entidades privadas hacen a las encuestas que tratan sobre posibles resultados electorales del próximo 10 de abril, en que los ciudadanos concurriremos a las ánforas para elegir a nuestros representantes al Congreso Nacional, al Parlamento Andino, así como a la Presidencia y Vice Presidencias de la República.
Entendemos lo que se ha denominado como “foto del momento”, pero que no necesariamente refleja lo que sucederá el día de las elecciones, y ello por muchos motivos, uno porque no necesariamente el universo de encuestados es significativo, otro porque el encuestado no siempre informa sobre su verdadera intención de voto, uno más es que siempre existe margen de error, y todo ello en adición a que la campaña recién empieza y nadie puede ser “pitoniso” de lo que pueda pasar, como la Historia lo ha demostrado en múltiples oportunidades. Sin ir muy lejos podemos decir que más acertada era la frase bíblica: los últimos serán los primeros. A estas alturas del partido, nada está dicho.
Pese al relativismo de resultados antes expuesto, algunos medios de expresión así como instituciones públicas y privadas, atienden a pie juntillas lo que las encuestas indican, y olvidando su naturaleza, les toman la palabra como si las estuviera expresando el sumo pontífice detrás del púlpito, con fe digna de mejor causa.
El resultado de lo señalado es pernicioso y perturbador, pues los lleva a tomar decisiones discriminatorias, en que tienen en cuenta a los que prematuramente van primero en las encuestas e ignoran a los que van más atrás, olvidando que todos los candidatos salen igual del partidor y pueden llegar lejos unos de otros al final, pero antes es simplemente situación ilustrativa del momento.
Levantando la voz y con gestualidad digna de mejor causa, alguno que otro medio escrito, ofrece sus páginas para que los que llaman “principales” candidatos pueden mostrar sus propuestas, en aras que el voto sea informado y consciente. Es decir, se trata de informar al elector solo respecto de las propuestas de algunos y no de todos, lo que es inaceptable pues lejos de informar, con sus preferencias y exclusiones, contribuyen a la desinformación o a que la información no sea completa.
Reconocemos que los medios de expresión gobiernan sus páginas conforme a las líneas conductuales que puedan definir, pero no es conveniente que a los electores nos “vendan” su comportamiento como “contribución a la Democracia” pues no lo es.
Si a ello se suma que entidades privadas promueven eventos para escuchar las propuestas electorales de los diversos candidatos en disputa, pero invitan a algunos y a otros no, la cosa se convierte en más grave, pues ayudan a los primeros y perjudican con el “ninguneo” a los segundos.
Lo que si no tiene a nuestro juicio perdón, es que entidades públicas, esto es del Estado, que se solventan con los impuestos de todos los peruanos, y que tienen el deber de tratar a todos por igual, discriminen en la misma forma antes criticada, como es el caso del evento sobre corrupción convocado por la Contraloría, en que invita a algunos candidatos y soslaya al resto. Es indispensable el cambio de actitud.
* Reconocido jurista y político peruano Fundador del partido ORDEN
Ha sido Diputado, Constituyente y Congresista de la República del Perú, siempre de la mano del Partido Popular Cristiano. En el 2004, fue electo como Presidente del Congreso entre otros importantes cargos diplomáticos.
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