MIGRANTES, RETORNO Y CRÉDITOS
Por Antero Flores-Araoz*
Es de público conocimiento, que muchos compatriotas tuvieron que migrar al exterior en búsqueda de las oportunidades laborales que el Perú no estaba en capacidad de otorgar, como consecuencia de decenios de mal manejo gubernamental, de interrupciones del sistema democrático por golpes de Estado, de los ataques terroristas que paralizaban las inversiones generadoras de puestos de trabajo, y sobre todo por haber perdido la fe en los destinos del país.
La gran mayoría de dichos peruanos, iniciaron su diáspora, como se dice, con “maleta de cartón”, es decir sin mayor equipaje, dinero ni trabajo, prácticamente salían a la aventura, tal cual lo hicieron los pioneros que llegaron a establecerse en los Estados de la Unión, sin más recursos que sus manos, sin más fortaleza que su voluntad, y sin más brújula que su esperanza.
Los migrantes nacionales viajaron principalmente a los Estados Unidos de América, a España, Italia, Argentina y Chile entre otros países, y al conseguir trabajo dependiente o independiente, comenzaron a mejorar sus recursos, e incluso se impusieron como obligación el envío de fondos, denominados “remesas”, a sus familias que habían quedado en el Perú. Estas remesas han equilibrado muchos años nuestras finanzas como país, y han permitido a los familiares residentes adquirir bienes y servicios, por los que tributan el IGV y en diversos casos el ISC, esto es, contribuyen a aportar ingresos al Presupuesto Nacional.
Los peruanos que emigraron y son de “primera generación”, por lo general ansían volver a la patria, lo que es menos frecuente en los de segunda generación y casi inexistente en la tercera y subsiguientes generaciones. Los que desean residir quieren contar con vivienda propia, y están dispuestos a incrementar el importe de sus remesas para ello. Sin embargo, el sistema crediticio nacional, les cierra las puertas al acceso del crédito que requieren para sufragar saldos de precio.
Muchas veces los peruanos del exterior, están en posibilidad de pagar la cuota inicial, y atender el saldo de precio del inmueble mediante cuotas mensuales. Como el vendedor del predio no está dispuesto en la generalidad de los casos a pagos diferidos, el comprador residente en el exterior, tramita crédito hipotecario, pero como no tiene historial crediticio en el país, lamentablemente no lo consideran sujeto de crédito, pese a que el retorno del “principal” y servicio de la deuda se encuentre garantizado con hipoteca.
La solución al problema crediticio está en manos de la SBS, quien tiene la facultad, para establecer normas permisivas para tales créditos, aceptando como historial crediticio el que se hubiere generado en el extranjero.
Si bien es cierto la entidad financiera se encuentra garantizada con hipoteca, quiere tener a tiempo la devolución del capital prestado, y no estar a resultas de largos procedimientos judiciales que hacen perder la paciencia al más santo, por lo que necesita conocer el historial crediticio.
A todos conviene que los peruanos que migraron inviertan en el Perú los recursos que generaron en el exterior, pues en caso de ponerles más trabas y dificultades, dejarán tales recursos en el exterior, y quien pierde es el Perú.
* Reconocido jurista y político peruano Fundador del partido ORDEN y candidato a la presidencia del Perú 2016
Ha sido Diputado, Constituyente y Congresista de la República del Perú, siempre de la mano del Partido Popular Cristiano. En el 2004, fue electo como Presidente del Congreso entre otros importantes cargos diplomáticos.
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