ARREGLANDO VENTANAS ROTAS*
La teoría de «Las Ventanas Rotas», elaborada por James Q. Wilson y George Kelling*, se basa en la premisa de que el crimen es el resultado inevitable del desorden. Estos criminólogos encontraron que el crimen, en cualquier centro urbano, era mayor en las zonas donde prevalecía el descuido, la suciedad y el maltrato a los bienes públicos. Una ventana rota en un edificio, si no era reparada pronto, era el preludio para que todas las demás fueran pronto dañadas.
Esta relación ya había sido reportada por reconocido sicólogo Philip G. Zimbardo. En 1969, Zimbardo condujo un experimento muy interesante: dejó dos autos abandonados, de igual marca, modelo y color, uno en Palo Alto, California, y el otro en el Bronx, Ciudad de Nueva York. Como era de esperarse, el primero permaneció una semana intacto, mientras que el otro fue robado y semidestruido. Sin embargo, la suerte para el automóvil de Palo Alto cambió cuando el mismo Zimbardo le rompió una ventana.
La conclusión es clara: un auto con una ventana rota que permanece sin atención, es un auto que a nadie importa, y por tanto se le puede saquear. Había una razón para esto: si se comete una transgresión, por pequeña que sea, y se deja sin perseguir, siempre habrá imitadores. Si alguien entra sin pagar al Metro y las personas observan que se sale con la suya, pensarán «y por qué yo no». Así de poderoso es el motor de la imitación alentada por la impunidad.
El autor del libro, George L. Kelling, fue contratado como consultor para el Departamento de Tránsito de la Ciudad de Nueva York en 1985, y el director del Metro David Gunn implementó fuertes medidas para probar la teoría de las Ventanas Rotas. El «grafiti» fue enfocado intensamente, y el sistema del metro fue limpiado línea por línea y coche por coche desde 1984 hasta 1990. Kelling también fue contratado como consultor por la policía de Los Ángeles y por el Departamento de Policía de Boston.
Todos conocemos lo que consiguieron en N.Y. William J. Bratton nombrado jefe del Departamento de Tránsito de la Ciudad de Nueva York en 1909. Y Rudy Giuliani alcalde de la ciudad de Nueva York, 1993, que tuvieron como consejero George L. Kelling y optaron los programas de «tolerancia cero» y «calidad de vida»
Ciertamente existen muchos investigadores y analistas que están en contra de la teoría de “Las Ventanas Rotas” donde aseguran que la criminalidad, no bajó porque se implementaran estas medidas, ni porque se hubiese legalizado el aborto, que es otra de las teorías, sin embargo que bajaron los índices de criminalidad, es bien cierto.
Toda esta introducción, nos la concita los últimos crímenes, violencia, e inseguridad que está viviendo nuestro país, donde escuchábamos por una radio muy sintonizada llorar a una madre pidiendo justicia, puesto que le habían matado a un hijo estudiante de una universidad, y a otra decir que cada vez que regresaba su hijo de la Unv. o de cualquier actividad, daba gracias a Dios de verlo sano y salvo.
No se puede negar, el gobierno está implementado programas tratando de luchar contra esta ola delincuencial de una crueldad nunca antes vista que se ha desatado no sólo en Lima, en el interior del país las cosas no son mejores, pero desgraciadamente es un gobierno reactivo, pareciera que lo único que quieren es llegar al 28 de julio y salir de esta papa caliente.
Es verdad, somos un medio especializado en turismo, empero no podemos tapar el sol con un dedo, además somos ciudadanos de este querido y hermoso país, y nos afecta el terror y la violencia como a todos los peruanos, ya no se trata de distrito seguro… En cualquier parte nos podemos cruzar con una bala perdida… Es así señores, ya no lo podemos negar… Y la actividad turística, queridos compatriotas, lo que llamamos turismo, exige seguridad para desarrollarse armónicamente…
Elena Villar
Directora
* docente.ucol.mx/