FRIAJE Y SOLIDARIDAD
Por Antero Flores Araoz
Nos aunamos a esta campaña de solidaridad… Antero no hace más que poner en blanco y negro, una realidad que se repite todos los inviernos…
Como fenómeno recurrente, nuevamente el friaje afecta a nuestros hermanos del Alto Andino, cobra vidas de seres humanos y del ganado, pérdida de cultivos, incluso los de autoconsumo no sólo de los campos sinos de las zonas más desguarnecidas y desvalidas de la serranía causante de enfermedades respiratorias, imposibilidad de ir a las escuelas y un cúmulo de carencias que se traducen en angustias, desesperanza, cuando no en indignación por falta de ayuda.
Felizmente hemos tenido alguno que otro medio de prensa, pero en especial el Canal N, que nos han pasado imágenes del sufrimiento y desconsuelo de quienes sobreviven a las inclemencias del tiempo, y por qué; no decirlo, de la insuficiente solidaridad desde el Estado y la sociedad.
¿Qué pasó con el ejemplo que se diera en el anterior quinquenio? El propio Presidente de la República promovía acciones de solidaridad y él mismo con algunos ministros, recibía en las puertas del Estadio Nacional donaciones de material de abrigo, ropa y alimentos para los afectados por el friaje.
No diremos, porque sería injusto, que ahora no hay ayuda, pero lamentablemente no es suficiente. Los ciudadanos de la costa, alejados del infortunio del Alto Andino, están imbuidos en estar “manoseando” la composición del Gabinete Ministerial que se viene, en las celebraciones de las Fiestas Patrias, y en diversas banalidades, pero necesitamos que todos nos involucremos en paliar el sufrimiento de nuestros compatriotas andinos.
El actual Presidente, en lugar de inaugurar monumento para el culto a su persona, debería estar dirigiendo la ayuda a las zonas devastadas por el friaje, estableciendo si se ejecutó o no el presupuesto para cobertizos destinados al ganado, en estimular el uso de las cocinas mejoradas que con tanto ahínco promueve doña Pilar Nores, o en las tareas que tiene emprendidas “Sierra Exportadora” bajo la conducción de Alfonso Velásquez.
Somos conscientes que hay acción desde el Ministerio de la “Inclusión Social”, pero no se trata solamente de la denominación, sino del emprendimiento de ayuda seria y oportuna a quienes padecen, y que con tristeza, estoicamente solo sobreviven.
Sabemos de la tarea que realizan instituciones religiosas como Caritas y Adra, pero también es poco frente a las demandas de ayuda. Todas las iglesias y templos de todas las confesiones deberían estar incorporados en las tareas de recolección de ayuda para los damnificados como es ropa de abrigo y alimentación no perecible. Los medios de comunicación –como en muchas ocasiones lo hace RPP- realizar campañas mediáticas para fomentar la colaboración ciudadana.
Tenemos infinidad de organizaciones de voluntariado, clubes de Leones, Rotarysmo, Cámara Junior, YMCA, que además de sus actividades sociales podrían poner más énfasis en lo que es su razón de ser: ayudar al necesitado.
Parte el alma ver la aflicción de quienes subsisten a las inclemencias del friaje, pues aun este no existiese, sus condiciones de vida son paupérrimas. Todos estamos obligados a contribuir en la cruzada de ayuda propuesta.
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