SANTA TERESA DE CALCUTA

FRAN-CA-MENTE.- Es indudable que ser santo requiere cualidades excepcionales de dedicación y sacrificio hacia la humanidad especialmente los menos favorecidos, y la madre Teresa de Calcuta desde ayer Santa y elevada a los altares es un ejemplo fidedigno y vivo de ello, porque nos ha tocado verla y admirarla, gracias a Dios, segundo Santo que pudimos ver, como el Papa “Sharapa” San Juan Pablo II.
Personalidades ciertamente, que trasciende más allá de lo humano y son como símbolos de espiritualidad viviente, son testigos de Cristo y ejemplos de que aun en esta época de turbulencia no sólo social, donde el materialismo y la falta de valores ha trastocado los esquemas de vida en el mundo , aún hay seres que su superioridad espiritual los vuelve tan humildes que son una fuente de esperanza en esta dura realidad social emblema del siglo XXI que tenemos que padecer, donde la violencia de todo género, practicada a vista y paciencia de los demás subleva nuestro espíritu de solidaridad por la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo…
Muchas veces se piensa que la violencia física que realmente es insoportable e intolerable, ya que está expuesta en el cuerpo de quien la sufre es la más detestable, sin embargo no se le da mayor importancia a la violencia verbal, que cada día se impone en nuestros días y es utilizada por supuestos líderes que deben dar el ejemplo de cordura y ecuanimidad.
Y que podemos decir de la violencia sicológica que no se ve ni se siente sólo la padece el que es sujeto de ella, que es más devastadora aún, ya que deja huellas imborrables en el alma…
No obstante para no perder la ilusión en la humanidad, gracias a Dios aún existen seres como estos dos ejemplos de humildad y bondad del Siglo XX
Gracias Santa Teresa de Calcuta. Gracias San Juan Pablo II. Por haber existido y existir. Amén… FRAN-CA- MENTE…