CONVERSACIÓN ¿DE NIVEL?
Por Antero Flores-Araoz
Durante varias semanas hemos sido testigos del ejercicio regular del derecho parlamentario de interpelar a cualquier ministro, esto es convocarlo a sesión plenaria del Congreso para que responda a un pliego de preguntas previamente elaborados, en el ánimo de conocer a cabalidad determinados sucesos y saber la posición gubernamental sobre ellos.
Del mismo modo hemos observado, que ante la insatisfacción congresal por las respuestas ministeriales, en ejercicio también de otro derecho parlamentario y constitucional que es la censura, el Ministro de Educación fue obligado a renunciar.
Nada de lo señalado es novedad ni menos irregular, empero, diversos sectores sobre todo mediáticos y de opinión, lo dramatizaron y sobredimensionaron, propiciando un rudo enfrentamiento entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, así como entre las agrupaciones Fuerza Popular y Peruanos por el Kambio que lideran quienes confrontaron en la segunda vuelta electoral: Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski.
Echaron leña en la hoguera, (que sea la verdad no era ni siquiera fogón de campamento escolar), algunos parlamentarios de dichas agrupaciones políticas, convirtiendo un asunto normal en lio de comadres.
Felizmente la crisis, magnificada por quienes quieren vender titulares de infarto, amainó gracias al llamado al diálogo -tantos meses esquivados y postergados- efectuados por el Cardenal Cipriani; El diálogo siempre es bueno, en él se encuentran consensos y se manejan disensos y ello beneficia a todos.
Siguiendo el mismo derrotero el Presidente está conversando con las agrupaciones políticas que tienen representación en el Congreso. Algunos ya critican la convocatoria diciendo que es inoportuna, otros que debe hacerse en Palacio de Gobierno y no en la residencia del Presidente, y algunos otros reclaman porque solamente se ha llamado a los Partidos con presencia parlamentaria, lo que es totalmente lógico, pues los demás no tuvieron suficientes votos para estar en el Legislativo, incluyendo a ORDEN en actual proceso de extinción.
Para el futuro no se requiere de diálogos formales con protocolos y solemnidades. Basta una taza de café que no hará un forado en el Presupuesto General de la República. Si hubiera hechos o graves omisiones que requirieran diálogos más intensos, la verdad ya no sé dónde o a quién tendría que recurrirse para facilitarlo, pues ya el Arzobispo de Lima hizo su tarea, en tiempo de festividades religiosas que alivian las tensiones.
Hagamos lo indecible por mantener la calma, recuperar las buenas maneras y formas democráticas, evitar insultos y diatribas, y junto s hacer lo mejor por el Perú, con diálogo de nivel. Feliz AÑO 2017!