TESORO DEL RÍMAC: UN RECORRIDO POR EL HISTÓRICO MUSEO DE LOS DESCALZOS
Por Gabriel Valdivia*
Muy cerca del Centro Histórico de Lima, en el distrito del Rímac, supervive al paso del tiempo, aunque muy bien conservado, el Museo de los Descalzos, un recinto de reflexión espiritual de la orden franciscana que alberga una historia fascinante. Aquí el recorrido descrito en el suplemento Lo Nuestro del Diario El Peruano.
Durante los trabajos de restauración de la pintura de la Virgen del Carmen con la Hermana Muerte, se descubrió que el pintor del lienzo escribió en la parte interna la relación de pecados capitales que condenan al hombre. Lo extraño es que a simple vista no se podía leer ninguna inscripción y que solo se hizo años después con el uso de rayos X. ¿Cómo pudo ocurrir?
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Museo de los Descalzos y quien nos adentró en ese mundo de recogimiento y sencillez inalterables por casi 422 años/Blog PUCP
El sacerdote de la orden franciscana Percy Barrientos, encargado del Museo de los Descalzos y quien nos adentró en ese mundo de recogimiento y sencillez inalterables por casi 422 años, no deja de sorprenderse cuando describe este hecho, entre otros que ocurrieron en este recinto, ubicado al final de la Alameda de los Descalzos, en el Rímac.
Ante la vigilia del primer guardián del convento, Francisco Solano, iniciamos el recorrido. Ingresamos por un pasaje que nos conduce al claustro San Francisco de Asís o claustro guardianal. Desde aquí se tiene una vista directa de la cruz que corona el cerro San Cristóbal, con el que el convento mantiene una profunda relación.
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Claustro ayacuchano del convento de los descalzos/ F/ Mapio.net
Belleza en silencio
La arquitectura es barroca, no obstante, para coincidir con el mensaje de sencillez de los franciscanos, fueron retirados de la construcción muchos ornamentos, sin que esta merma impidiera apreciar la sucesión de pórticos que nos llevan a una pequeña plaza central.
En el claustro guardianal, el visitante ingresa en la habitación o celda que ocupaba el padre guardián. Conserva una serie de pinturas de las escuelas Cusqueña, Quiteña y Limeña, cuya temática es la Virgen. También, con diversos matices, aparecen pinturas de las escuelas Italiana y Sevillana.
De paso al claustro de enfermería, donde llegaban los misioneros de la selva para recibir atención, se lucen libros corales, con cantos gregorianos que utilizaban los frailes. La enfermería contaba con una botica y allí se elaboraban pócimas preparadas con hierbas medicinales.
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Entrada al convento F/ Mapio.net
Subiendo a una especie de altillo, llamado el Balcón de Pilatos, se accede a un área de conservación de los libros y a la imprenta donde se imprimían los catecismos que llevaban los frailes evangelizadores a los pueblos.
La confesión de Grau
Ante la mirada piadosa de San Diego de Alcalá, el padre Barrientos nos cuenta que, antes de su participación en el combate de Angamos, Miguel Grau llegó al convento para confesarse. Lo hizo con el padre guardián, el padre Gual, en la que hoy se conoce como la capilla Nuestra Señora de los Ángeles. “Me voy a combatir y posiblemente no vuelva”, dijo Grau entonces, y no se equivocó, ¿Presentimiento?
La capilla puede albergar a 80 personas y es el foco de atracción del museo. El altar mayor se luce revestido en pan de oro. Allí aparece la Virgen del Carmen y la acompañan Santa Clara, San José, Santa Ana, San Joaquín, San Francisco de Asís y San Francisco Solano.
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Capilla Nuestra Señora de los Ángeles/F. arquitectura virreinal de lima
Los techos altos, encofrados, apenas pueden con el haz de luz que, desde el exterior, profana este espacio religioso. No había vidrio entonces, por lo que los frailes utilizaron piedra de Huamanga delgada en las ventanas.
Dan las 12:00 del día y las campanadas nos sorprenden mientras caminamos con dirección al claustro ayacuchano. Hay una temática floral, característica de las prendas de sus mujeres, que se repite en las paredes. El contraste con el cielo azul claro, en el que emerge la cúpula de la iglesia principal del convento, subyuga. Y el sol conspira para realzar este espacio de pórticos que miran sedientos a la pileta central. Aquí nos quedamos. Nuestra algarabía no rompe la solemnidad. Nos sentimos bendecidos. ¿ ?
Visitando el lugar
Al Convento de los Descalzos se le conoce como la Joya del Rímac. En la capilla del museo se celebran bodas, bautizos, confirmaciones y ceremonias de primera comunión.
Uno de los ambientes del museo conserva los hábitos, muebles y una pintura del cardenal Juan Landázuri Ricketts, quien fue provincial superior del convento.
La bodega del museo conserva hasta hoy los toneles, barricas, y otros instrumentos utilizados para la producción y almacenamiento de vino y pisco.
El museo se ubica en la calle Manco Cápac 202-A, Alameda de los Descalzos. Informes: (01) 481 0441.
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Interior de la bella Quinta Presa tradicional construcción colonial que está siendo recupeada por el ¨Patronato del Rimac f/ Turistamagazine.
Este y muchos otros tesoros patrimoniales de nuestra cultura virreinal , existen en el populoso Rimac, y el Patronato del Rimac está trabajando con mucho ahínco para ponerlos en valor y al servicio de la comunidad.
*ANDINA
Fotos /Portada www.munirimac.gob.pe