…MONA SE QUEDA
Por Antero Flores-Araoz
Dice antiguo refrán que así la “mona se vista de seda, mona se queda”. Se preguntarán y a ¿qué viene tal frase? Se debe a un proyecto de ley presentado en el Congreso, no dudando de la buena intención de los autores, por el cual se afecta la libertad de prensa.
La motivación del proyecto, según su texto, es para adoptar medidas que garanticen el derecho a la información, fortalecer la libertad de expresión y evitar intervención de la corrupción en los medios.
Sin embargo la motivación expuesta dista mucho del resto del articulado, en que en lugar de garantizar el derecho a la información y afianzar la libertad de expresión, se determina todo lo contrario.
En efecto, se prohíbe ser director, editores, productores o cargo análogo, directores, accionistas, gerente o apoderado en medios de comunicación, a quienes hubieran sido condenados por delito de corrupción en perjuicio del Estado. Se incluye en la misma prohibición a quienes vienen siendo investigados por la comisión de delitos de corrupción en agravio del Estado. Por último se crea una meliflua y vaga veeduría ciudadana para supuestamente garantizar información neutral.
Ante la “pitiadera”, los autores del proyecto, lo retiraron y presentaron uno sustituto que tiene la misma motivación expuesta para el primero, y mantiene las prohibiciones para cargos periodísticos de decisión y cargos administrativos de primer nivel en los medios de expresión.
Solamente deja de lado la prohibición para investigados por la Fiscalía y la creación de la veeduría ciudadana.
Como vemos estamos ante un inocultable maquillaje, que si bien retira la prohibición de dirección en medios a investigados por el Ministerio Público, ello fue seguramente por la manifiesta transgresión constitucional, al dejar de lado la presunción de inocencia. La supresión de la propuesta a “la vaga veeduría ciudadana”, probablemente se deba a la vaguedad de su pretensión, que tiene tufillo controlista de los medios de comunicación.
Lo que queda del proyecto inicial, plasmado en el proyecto sustitutorio, sigue siendo malo, por lo que se apreciara el retiro del proyecto que atenta contra varios derechos constitucionales, como el derecho a la “reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad” en caso de ser condenado por perpetración de delito.
También se atenta contra el derecho de libre contratación que la Constitución otorga y garantiza, incluso afectando el derecho de propiedad que permite a los titulares de los medios administrarlos de conformidad con su voluntad.
No es la primera vez que se intenta controlar mediante dispositivos legales a la prensa, y ello quizás porque se conoce y se sufre los defectos de algunos medios de prensa irresponsables, pero para superar los defectos no se requiere borrar la libertad de prensa, opinión y expresión.
Recordemos que todos los Partidos y muchísimos de sus representantes suscribimos la “Declaración de Chapultepec” que manifiesta: “Sin libertad no puede haber verdadero orden, estabilidad y justicia. Y sin libertad de expresión no puede haber libertad. La libertad de expresión; sólo podrá ser ejercida si existe libertad de prensa” ¿Fue acaso letra muerta?