GARBANZAS CON CALLOS

Esta deliciosa receta es creación de nuestro ilustre colaborador internacional Dr. Antonio – Pedro Tejera Reyes a quien le complace preparar estas típicas recetas de la gastronomía canaria y compartirla con la familia y amigos.
La preparación previa, es muy importante.
El callo, panza o mondongo – como se le dice en América – hay que escogerlo muy bien y que este fresco y de buena calidad.
La garbanza – o garbanzo, que también se le llama – tiene una importancia capital para que el guiso salga perfecto.
Preparación
Se limpia con mucho cuidado y esmero el callo (mondongo) y se le corta en tiritas que se puedan comer de un solo bocado sin necesidad de emplear el cuchillo.
Se cuece hasta que estén comestibles (blanditos), cambiándoles dos veces el agua para depurar su sabor.
Una vez que estén en su punto, se les añade una buena porción de jamón serrano, previamente cortado en cuadritos pequeños, y unos buenos trozos de chorizo de buena calidad.
Recomendamos que el jamón tenga algo de grasa.
Agregar agua hasta cubrir toda la preparación, y dejar hervir hasta que el jamón y el chorizo hayan transferido su sabor a las piezas del callo (mondongo), con lo cual habrá mermado mucho el líquido.
Las garbanzas (garbanzos) se cuecen aparte hasta que estén totalmente blandos. Hay que dejarlos anteriormente, 24 horas en remojo con mucha agua a la que se la habrá añadido una punta de bicarbonato. Se les añade algo de zanahoria en la cocción para acentuar su sabor.
Independiente de esta operación, se habrá preparado una fritura con cebolla, pimientos, tomates y ajos, todo lo cual se le sazona con paprika y especias al gusto, con un fondo de aceite de oliva. Debe quedar bien cocida y con elementos muy homogeneizados.
Una vez terminada esta operación, se juntan las partes en un solo recipiente y se deja a fuego lento que se compacten los tres elementos hasta que la salsa preste el sabor que hemos querido conseguir en todo el guiso.
Estos deliciosos Callos se pueden servir acompañados con arroz… pastas, papas fritas…
¡Suerte! Y que les salga bien. Es algo complicado y se necesita mucha experiencia para manejar las cantidades de cada cosa que se le pone al guiso, pero vale la pena preparar este plato para los que les gusten las garbanzas y los callos.
Puede quedar exquisito. Y buen provecho