ODE AN DIE FREUDE
Nuevamente nuestra gentil colaboradora Josefina Haydée Argüello* nos regala otra joya literaria, con ese estilo depurado y exquisito que la caracteriza, confío mis dilectos amigos y lectores que lo disfruten tanto como nosotros, y al leerlo se sientan trasportados, a esa Alemania que inspiró esa melodía maravillosa como es “Oda a la Alegría”
En Leipzig, miles de manifestantes en torno a la iglesia de San Nicolás, con velas encendidas, entre 1989-90 iniciaron los llamados “Montagsdemostrationen”
Lunes de protestas pacíficas del pueblo en contra la República Democrática Alemana y a favor de la unión.
Demostraciones que fueron una de las piezas claves para finalizar con la república socialista que terminó con la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 y concluyó con la reunificación alemana en octubre del 1990.
Hoy en día estas manifestaciones son llevadas a cabo en las ciudades de Berlín, Dresden y otras más para celebrar esta tradición y favorecer la reunificación.
Leipzig además de ser histórica por estos heroicos acontecimientos, es la cuna del gran compositor Richard Wagner, cuenta con la Universidad de Leipzig, —segunda más antigua de Alemania—, la escuela de música Félix Mendelssonhn Bartholdy y la famosa Ópera de Leipzig.
En esta ciudad, en el año 1785, Friedrich von Schiller (1759-1805) poeta y dramaturgo alemán, escribe su famoso poema: Ode An die Freude (Oda a la Alegría).
Schiller es considerado con Goethe, el dramaturgo más importante de Alemania, así como una de las figuras centrales del clasicismo de Weimar.
En 1793, Ludwig van Beethoven (1770-1827) conoce la obra de Schiller y musicaliza el texto, convirtiéndola en el cuarto movimiento de su Novena sinfonía, estrenada en el Kärntnertortheater de Viena en 1824.
La última sinfonía completa número 9 en re menor, Op. 125, de Beethoven, conocida también como “Coral” se convierte en símbolo de libertad europea y es una de las obras más transcendentales e importantes de la música y el arte.
El 19 de enero de 1972, el Consejo de Europa —el cual agrupa a países miembros de la Unión Europea y también a países que no lo son— convierte el tema de la Oda a la Alegría en su Himno.
El Himno es adoptado en 1985 oficialmente por la Unión Europea. Según explican, no sustituye a los himnos nacionales, sino que celebra los valores que todos ellos comparten.
Actualmente es puramente instrumental. La letra en si no tiene carácter oficial debido a las variedades de idiomas. La lírica se le suprimió para no dar preferencias a una lengua sobre otra. Sin embargo, las letras alemanas con la poesía de Schiller suelen ser cantadas por la gente común germánica, cuando tocan el Himno en los actos oficiales.

Jacopo – Trabajo propio/ Wikipedia/ Ópera Semper
Se han publicado diferentes versiones y el latín ha sido la lengua propuesta por el compositor austriaco Peter Roland quien ofreció su versión en 2004 y que cuenta con tres estrofas en latín relacionadas con la paz y la Europa unida en la diversidad, siendo este el lema que utiliza la Unión Europea. También hay otros textos en el idioma esperanto.
En Francia existieron varias adaptaciones de la Oda aún antes de la aparición de la Unión Europea donde existe el Himno a la humanidad universal que añadía versos de otros compositores anteriores. La Oda a la Alegría se cantaba con la música de la Marsellesa.
Pablo Neruda escribió un poema titulado: Oda a la Alegría.
Existe una versión del cantante de rock español Miguel Ríos, grabada en 1970 que alcanzó gran éxito.
La sinfonía de Beethoven fue también interpretada en el 2007 en México por la Orquesta Sinfónica de Minería, bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto.
Este Himno que entonan los alemanes con la poesía de Schiller, que ahora tiene carácter universal, debería de servir de ejemplo no solo para los países europeos, sino para los centroaméricanos cuya desunión nos ha hecho débiles. Estar unidos y tratar de separarse es aún peor y la mayor estupidez como lo menciona Julio Icaza Gallard en un artículo titulado Las lecciones de Cataluña publicado en el diario La prensa Nicaragua el 13 de octubre del 2017, sobre lo que abogan los separatistas catalanes y lo que ya pasó con el Brexit en Inglaterra.
Ode an die Freude es un canto universal simbiótico que nos lo recuerda. Aquellos países cultos y progresivos lo aclaman con sus voces cuando pacíficamente salen a conmemorar la unión como lo vemos en estos lunes en Leipzig, Berlín y Dresden.
¡Alegría, bella chispa divina,
¡Hija de Eliseo!
penetramos ardientes de embriaguez,
Tus encantos atan los lazos
Y todos los hombres serán hermanos
bajo tus alas bienhechoras.
(Schiller).
*Máster en Literatura Española