TURISMO EN LA TERCERA EDAD COMO FACTOR DE DESARROLLO ECONÓMICO
La tercera edad ofrece un futuro promisorio para el negocio del turismo, siempre y cuando las estrategias de Marketing estén dirigidas al sector económico correspondiente, y nuestro presidente Pedro Pablo Kuczynski como economista y empresario que es, lo vio clarito desde el inicio de su gobierno.
Recientes investigaciones demuestran que el segmento denominado de la tercera edad, está en condiciones tanto anímicas como económicas para seguir siendo parte del desarrollo económico del país, ya que cada vez y en mayor medida están representando un grupo con mayores ingresos económicos.
Hoy por hoy, en razón a la mejor calidad de vida, mayor información en cuanto a salud, nutrición y conocimiento médico, las personas por evidentes razones alcanzan la tercera edad en mejores condiciones físicas. Las encuestas ponen de manifiesto que estas personas se perciben 10 o 15 años más jóvenes en relación con su edad cronológica. Su mejor estado físico los incentiva a seguir desarrollando o ejerciendo sus profesiones o actividades, lo que les permite estar muy bien informados de todo estilo, moda, precio, en nuestra ya no aldea globalizada, como lo decimos ahora “barrio” globalizado y lo más auspicioso, están dispuestos a emprender nuevas aventuras.
Las personas de la tercera edad de este siglo han variado completamente sus expectativas de vida, como consecuencia están más dispuestos a adquirir bienes y servicios que les interese y les ofrezcan satisfacciones, ya que están completamente integradas a la sociedad productiva.
El mercado de personas de la tercera edad es heterogéneo. Existe una segmentación variada, según actitudes, motivaciones, estado de salud, independencia económica, autosuficiencia, cultura, además de cómo se percibe cada cual respecto a su edad cronológica. Los motivos de compra tienen que ver más con el placer que con la obligación y gastan más en ellos mismos que otros consumidores de menor edad, naturalmente esta premisa está condicionada a compartir vida en pareja, lo que es muy importante, ya que si se encuentran solos (viudos el comportamiento es completamente diferente).
Las instancias decisorias y los responsables de la planificación turística, deben tener una idea adecuada del proceso de envejecimiento, y del concepto de diseño universal, asimismo del amueblamiento y equipamiento ergonómico, iluminación suficiente, señalética fácil de seguir y comprender. La literatura turística y materiales conexos, como menús, facturas e instrucción oral, deben ser claras y precisas.
En respuesta a los derechos de los consumidores mayores, la industria del turismo, incluido organismo de promoción, y proveedores deben asegurar una comunicación completa y honesta de los productos y servicios, para la adecuada creación de literatura, señalización, e instalaciones para este segmento. Ha de prestarse especial concepción y mejora de las instalaciones turísticas, sin interponer barreras arquitectónicas en diseños interiores, a fin de maximizar la comodidad de los usuarios y prever con antelación los casos temporales o permanentes de discapacidad.
Estas premisas deben prevalecer como normas en todos los proyectos turísticos nuevos y en la renovación de instalaciones para el uso de personas mayores, previendo precios, asesoramiento, y riegos de seguridad sobre este segmento con respuestas apropiadas e inmediatas a preguntas peticiones y quejas de los usuarios mayores.
Cabe señalar la importancia de la higiene en los lugares y establecimientos turísticos, tenida en cuenta en función de la salud de los visitantes y la percepción de los mayores en cuanto al respeto que se les dispensa. Al establecer disposiciones para un producto de calidad destinado a las personas mayores, los responsables del desarrollo turístico deben proteger los rasgos naturales y estéticos, ofrecer espacios abiertos y reducir la densidad, mantener las características históricas, valorizar las culturas y tradiciones locales, y que cuenten a la vez con la aceptación de la comunidad.
Para llegar a tener un conocimiento pleno de este segmento es imperativo desarrollar un exhaustivo plan de capacitación e investigación para instruirse sobre el turismo de las personas mayores en relación con la sociología, geriatría, la cultura y el desarrollo económico. La industria del turismo se beneficiará de este plan al poner en marcha mercados y productos para este importante segmento.
En el Perú no existe un plan de Marketing dirigido a ellos, mucho menos productos turísticos preparados específicamente para este nicho. Diseñar productos, fijar precios, comunicar mensajes a los mayores y decidir cómo se distribuirán los bienes y servicios son planes no tomados en cuenta para este segmento creciente y productivo
Los adultos mayores son tan consumidores como cualquier otro grupo de la población, además representan un campo nuevo de desarrollo y múltiples oportunidades de trabajo para los profesionales en turismo, que deben aplicar todos los conocimientos en cuanto aplicación de técnicas y estrategias del MARQUETÍNG TURÍSTICO. Y en definitiva no olvidemos que no sólo del fútbol vive el hombre…
Magister Elena Villar
Directora