31 DE MAYO SIMULACRO DE SISMO A NIVEL NACIONAL
Precisamente el 31 de mayo fecha fatídica para nosotros los peruanos y mayo en el imaginario popular se recuerda con el mes de los terremotos, porque aún hay muchas personas que recuerdan el 24 de mayo de 1940 cuando se produjo uno de los más devastadores terremotos que haya sufrido la ciudad de Lima y el Callao en el siglo pasado. La intensidad del terremoto fue de 8.2 grados en la escala de Richter, y es el día que ha programado INDECI para un simulacro de terremoto y tsunami
No, nos parece fechas apropiada ya que nos recuerda una película que ya vivimos con todo el terror que el suceso conlleva, somos generaciones, que nunca olvidaremos el fatídico terremoto del 70, fue un horror que se aviva cada vez que tenemos un temblor fuerte.
Ese desastre es considerado el sismo más destructivo de la historia del Perú, no sólo por la magnitud sino también por la cantidad de pérdidas humanas que afectó la región ancashina y varias provincias de los departamentos de Huánuco, el norte de Lima y La Libertad, dañando una extensa área de aproximadamente 1.000 km de longitud y 250 km de ancho de la costa y sierra peruana que causó 100 mil muertos en 3 minutos.
Fue un 31 de mayo de un domingo con bastante sol para la estación, finales de otoño, un domingo en que todos chicos y grandes comentaban con la alegría propia el partido Perú contra Bulgaria que se jugaría dos días después y aunque las comunicaciones no eran como hoy en día los directivos no pudieron evitar que los “muchachos de esa época” supieran la noticia, razón por la que en su primer partido la Selección de Perú jugó con un cintillo negro, recordando a las víctimas de dicha catástrofe natural.; Héctor Chumpitaz (24 años era el mayor) el gran capitán recuerda “que en el primer tiempo Bulgaria iba ganando 2 a 0 y cuenta que aquella vez que el Dr. Aramburú Menchaca entró a los vestuarios y les enseñó un macetero con tierra. Nos dijo que la había traído del Perú, nos arengó e incluso regó tierra por nuestros uniformes”. El partido lograron remontarlo finalmente venciendo por 3-2 a los búlgaros, dedicando el triunfo a nuestro país como una forma de «alivio» ante la adversidad que sufríamos aquí.
Y si, fue una alegría que mitigó en algo la tragedia de la que hasta ese momento no se conocía la verdadera magnitud, puesto que las comunicaciones de 48 años atrás no eran las mismas que las de hoy, y el sismo fue de magnitud 7.9 Mw (escala de momento) en Lima y en algunos lugares alcanzó una magnitud de IX y X, sentido en toda la costa y sierra del departamento de Ancash, seguido de un alud que sepultó la ciudad de Yungay el domingo 31 de mayo de 1970, a las 15:23, realmente una catástrofe que no quisiéramos volver a vivir.
Nosotros lo recordamos como ayer estábamos en casa de los abuelos pasando un domingo familiar, y vivimos los momentos angustiantes de nuestra vida, que nos parecieron durar una eternidad (crecimos y la responsabilidad de los otros nos obligan a ser más serenos) puesto que no nos permitieron bajar las escaleras para llegar a la calle, una vez pasado el movimiento, empezamos la evacuación, naturalmente con prioridad de los abuelos, que con sus lentos pasos de ancianos, nos parecía que se demoraron una eternidad y a nosotros nos hubiera gustado tener alas y volar sobre ello para llegar a la calle, fue una experiencia realmente de terrorífica.
Lamentablemente vivimos en una zona sísmica y todos los días nos repiten que debemos tener las mochilas listas para una emergencia, ya que el silencio sísmico en Lima es de muchos años y a mayor silencio sísmico mayor consecuencias tendrá el sismo que nos espera, dicen los expertos, no sabemos cuándo…
Finalmente, sólo nos resta decirles, tengamos las mochilas listas y no sólo las materiales, la mochila espiritual es muy importante ya que uno nunca sabe… No desestimemos los simulacros de terremotos y tsunamis que se están realizando a través de Defensa Civil, tomemos las cosas en serio que de haber, habrá un terremoto en Lima, y no quiero pecar de alarmista pero más vale precaver que lamentar. Puesto que la Naturaleza está llena de sorpresas.
Magister Elena Villar
Directora