ARTISTAS INTENTAN SALVAR EN LÍBANO UNA OBRA DEL BRASILEÑO NIEMEYER

24/10/2018/ Libano.- Cerca de un paseo marítimo en Trípoli, ciudad del norte de Líbano, varios artistas han lanzado una inédita acción para salvar del derrumbe a una joya de la arquitectura, concebida hace más de medio siglo por el brasileño Oscar Niemeyer.
Estos artistas -cantantes, cineastas, actores- venidos de Líbano u otros países ocupan desde hace un mes la Feria internacional Rachid Karamé, un gran complejo arquitectónico concebido en los años 1960 por el «padre de Brasilia».
Situado en un terreno de 70 hectáreas, según la Unesco, este conjunto de edificaciones futuristas de cemento, cuya construcción fue interrumpida por la guerra civil que asoló Líbano entre 1975 y 1990, lleva el nombre de un exprimer ministro libanés de la región de Trípoli.
Fue usado por las fuerzas armadas durante la guerra, y luego abandonado. Hoy se nota el paso del tiempo con sus estructuras agrietadas, sus estanques vacíos y sus malas hierbas.
La manifestación cultural organizada en su recinto, titulada Cycles of Collapsing Progress (Ciclos de Progreso que se Desmorona) pretende sacarlo del olvido, incitar a la Unesco a inscribirlo en la lista del patrimonio mundial y al gobierno libanés a intervenir rápidamente.
Este sitio futurista es «único en Libano y en la región», se entusiasma Wassim Naghi, presidente de la Unión mediterránea de los arquitectos.
La «Feria« debía albergar exposiciones permanentes, tres museos y un teatro experimental, antes de que la guerra civil libanesa acabara con el sueño.
Se trata de una de las «mayores obras de Niemeyer fuera de Brasil», explica Naghi.
Pero ahora está amenazada. «Las edificaciones de cemento deben ser restauradas en el más breve plazo; algunos bloques están roídos, otros se caen y hay numerosas fisuras«, advierte el responsable, que lanza un «llamado urgente al Estado para que intervenga«.
Este lugar «refleja la edad de oro de la historia moderna de Líbano y sus sueños estructurales, científicos y culturales« subraya la comisaria de la exposición, Karina El Hélou.
Originariamente un espacio subterráneo debía albergar un museo de archivos sobre la exploración espacial por Líbano, en homenaje a un episodio de su historia que muchos libaneses ignoran.