DE LA ILUSIÓN A LA FRUSTRACIÓN
Por: Ántero Flores-Aráoz*
Al terminar un año más, es imperativo recordarlo, analizando lo bueno y lo malo de lo acontecido en el mundo y en el país, principalmente en este último, más que como catarsis en el ánimo de romper el sino trágico de comenzar con ilusión y terminar con frustración.
El 2018 lo iniciamos en la esperanza que habiéndose rechazado en el Parlamento el pedido de vacancia contra el Presidente Kuczynski, podríamos remontar en lo económico, en lo social y en lo político, luego de año y medio de comprobar que el Gobierno y el Gabinete “de lujo”, dejaban mucho que desear y que ni siquiera supieron conducir la reconstrucción de las zonas afectadas por el “Niño Costero”.
Estando aún a escaso primer trimestre del año, PPK tuvo que renunciar, por situación harto conocida, asumiendo el cargo su Primer Vice-Presidente, en transición absolutamente constitucional y ordenada, que fue ejemplo en el mundo.
El nuevo Presidente
Tuvimos nuevamente la ilusión que el segundo tiempo del gobierno elegido en el año 2016, diera la talla suficiente y pudiera revertir el mal sabor que dejó la primera etapa ppkausiana. Todos cruzamos los dedos y en nuestro fuero interno nos esperanzaba el hecho que el nuevo Presidente provenía del interior del país, que tenía experiencia como constructor en su vida privada y como Gobernador Regional, Ministro de Estado y, también Embajador, en su actuación pública.
Los primeros meses fueron de cumplimiento formal, con un gabinete anodino, salvo excepciones que siempre las hay y muy calificadas, pero que no quedaría grabado en la Historia. A partir del 28 de julio las cosas variaron y el Presidente Vizcarra en la práctica retó al Congreso exigiéndole el cumplimiento de sus tareas y lucha contra la corrupción, así como ser co-artífice de los cambios que el Perú requiere.
Lamentablemente el Parlamento siguió en el mismo cauce de los desencuentros, de las leyes populistas, intrascendentes y, muchas solamente declarativas. Su función fiscalizadora igualmente deficiente y a veces diríamos que casi encubridora.
Francotirador del Congreso
El Presidente se convirtió en francotirador del Congreso, cuando no del Poder Judicial y del Ministerio Público, a quienes exigía luchar contra la corrupción, lo que además de colocarlo en sitial altísimo por los ciudadanos, confirmado por las encuestas y el referéndum de las reformas constitucionales, probablemente generó excesos en Fiscalía y Poder Judicial en detenciones preliminares, encarcelamientos provisionales, allanamientos e incautaciones, que deberían ser corregidos y expulsados de la acción de la justicia, por lo menos mientras no haya declaración de culpabilidad.
La tarea gubernamental
Ahora que el Presidente Vizcarra está ampliamente empoderado por la ciudadanía, debería emprender la tarea gubernamental que le compete, destrabando con eficiencia los proyectos de inversión encarpetados por trámites absurdos y temores burocráticos, que bien podrían reducir el desempleo.
También debería concluirse con la anemia ejecutora de proyectos que anda en competencia con la anemia infantil, reiniciarse proyectos paralizados de infraestructura, utilizarse los presupuestos aprobados y no empleados, así como también terminar con la tramitología impuesta por la burocracia indolente que se muere de miedo de tomar decisiones.
Ojalá Presidente
Al inicio de un nuevo año, haga que nuestra ilusión no se transforme en frustración, Ud. tiene fortaleza y puede cumplir con su promesa de trabajar.
*Reconocido Jurisconsulto y político peruano.