¡QUÉ TAL DESORDEN!
Por Antero Flores Araos*
Pocos días atrás, regresando de entregar ayuda a damnificados por huaycos, lluvias e inundaciones, el tráfico era francamente infernal, había vehículos que abusando de su tracción 4 x 4, invadían las zonas laterales de las pistas que estaban destinadas a los vehículos accidentados o averiados.
Uno de los acompañantes en la tarea solidaria y cívica, dijo: “República Peruana, en que cada cual hace lo que le da la gana”. No recordaba el antiguo dicho, pero fue peor que un sopapo de algún hermano religioso de origen vasco, del colegio en que tengo el orgullo de haberme educado, sopapo por cierto infligido por dura y enorme mano entrenada en el deporte de la pelota vasca.
El fuerte impacto de la frase nos hizo reflexionar a los viajeros, en que uno tras otro recordamos situaciones en que nuestros compatriotas hacen seda y pabilo las disposiciones legales, pues sin subterfugios hacen realmente lo que les da la gana. Hay quienes se pasan la luz roja sin ser daltónicos, hay ciclistas y motociclistas que usan vías de circulación reservadas para vehículos mayores, otros que lo hacen sin casco o llevan pasajero sin tal protección; no podemos olvidar a quienes tratan de cruzar las calles por donde se les ocurre y no por los pases peatonales; es indignante como se bota la basura sin empaque a los costados de cualquier vía, o como se queman residuos riéndose de las normas de salubridad. No olvidemos a vendedores de bienes y servicios que no emiten comprobantes de pago.
Y como si todo lo anterior no fuese poco, hay vecinos que exigen que se les recoja la basura, que se riegue los parques, que se cambien los focos quemados de los postes, pero olvidan que todo eso se tiene que solventar con los arbitrios que deben pagar, pero no lo hacen.
Las normas legales tienen que cumplirse, para eso están, constituyen reglas de convivencia pacífica y respetuosa entre las personas y si ellas no existieran estaríamos como en la selva.
Necesitamos a gritos que se haga docencia con la población para respetar la ley al igual que a sus autoridades llamadas a verificar el cumplimiento y sancionar su transgresión. Ahora que hay una corriente enorme para afrontar la corrupción y sancionarla con arreglo a los principios del debido proceso, se debería aprovechar para educar a los ciudadanos en el cumplimiento de sus deberes y en los mandamientos de las leyes.
El tema educativo es vital, y tiene que comenzar desde la escuela inicial y, de ser el caso, con ejemplos sencillos y prácticos, y antes todavía que en la escuela, ello debe hacerse desde el hogar. No tendremos buenos ciudadanos, si es que desde pequeños no se les involucra en el civismo y en el respeto a la normatividad legal.
También es cierto que el Estado tiene que ser prudente en la producción de normas, pues todos los días vemos exagerados reglamentarismos que solo conducen al irrespeto a los mismos y al enojo ciudadano.
*Reconocido Abogado y político peruano. Ex ministro del interior, Ex Senador, Ex congresista, fundador del partido político ORDEN