RECIÉN CORONADO, EL REY DE TAILANDIA LANZA LLAMADO DE «PAZ» EN UN PAÍS DIVIDIDO

Maha Vajiralongkorn, coronado el sábado pasado rey de Tailandia, lanzó un llamado de «paz» en un país profundamente dividido tras las elecciones legislativas de marzo
06/05/2019/Tailandia.-El rey Rama X, de 66 años, se dirigió este sábado por la tarde a los miembros de la familia real y a algunos de los más altos dignatarios del reino, entre ellos el jefe actual de la junta en el poder, Prayut Chan-o-Cha, para pedirles que lo ayuden a trabajar para «el bienestar del pueblo con el principal objetivo de prosperidad, seguridad nacional, paz y felicidad» de los tailandeses.
El monarca fue luego transportado en un palanquín al templo del Buda de Esmeralda, uno de los más sagrados del país, donde se proclamó jerarca real del budismo.
Unas horas antes, se había colocado él mismo la «Gran corona de la victoria», de oro y diamantes y más de 7 kilos de peso, convirtiéndose formalmente en el monarca del país asiático, tres años después de la muerte de su padre, Bhumibol Adulyadej, una espera debida al duelo.
Al pronunciar su primera y breve orden real, se comprometió a reinar «con justicia» en beneficio del pueblo tailandés.
Su cuarta esposa, Suthida, con la que se casó en una ceremonia sorpresa días antes de la coronación, fue investida como reina, arrodillada con respeto frente a su esposo, sentado en el trono.
La mayoría de los tailandeses observó por primera vez la pompa y grandeza de una coronación, porque la última había sido en 1950 para el amado padre del rey, Bhumibol Adulyadej.
Rama X es de la dinastía Chakri, que ha reinado Tailandia desde 1782.
El acto comenzó a las 10H09 locales (03H09 GMT), una hora escogida en función de los astros por ser considerada auspiciosa para el reinado.(…)
Las ceremonias del sábado pasado comenzaron con el rey vestido con una bata blanca. El monarca se roció a sí mismo con agua sagrada venida de diversos puntos del país, al tiempo que se escuchaba una salva de cañones y cánticos budistas.
Para los religiosos locales, la coronación de Rama X representa también la transformación del monarca, de un ser humano a una figura divina.
Ningún líder extranjero fue invitado a las ceremonias, de acuerdo con la «tradición», según informó la cancillería.