AQUELARRE MIGRATORIO
Por Antero Flores-Araoz*
El Poder Ejecutivo presenta al Congreso un grupo de proyectos de ley para destrabar trámites y requisitos absurdos para la inversión, tan necesaria para el desarrollo del país y generar trabajo digno.
Las medidas propuestas por el Ejecutivo están en términos generales vinculadas a asuntos empresariales y económicos, pero olvida trabas colaterales que también afectan las inversiones y que deben eliminarse.
Ahora me voy a referir al tema migratorio, pues indirectamente, a las inversiones extranjeras, se les pone infinidad de trabas en Migraciones para que sus altos funcionarios y técnicos puedan trabajar en el Perú con la adecuada calidad migratoria.
También sufren absurdos trámites y requisitos los artistas extranjeros que nos visitan para brindarnos su arte, los estudiantes, trabajadores diversos, técnicos y profesionales. Parecería ser que los requisitos puestos en el TUPA de la autoridad migratoria, han sido elaborados en algún aquelarre, no para facilitar trámites, sino para embrollarlos, como es el caso de la prórroga de permanencia o de residencia, incluso para el cambio de calidad migratoria y autorización de salida a los extranjeros residentes. Encima dictan directivas ajenas al TUPA.
Cuando el extranjero solicita la renovación de visa de residencia para la cónyuge e hijos, la Superintendencia de Migraciones exige la presentación de la partida de matrimonio del peticionario y la de nacimiento de los hijos, y que sean de reciente emisión, debidamente legalizadas, fedateadas o apostilladas. Sin embargo tales documentos fueron presentados en el inicial trámite de residencia y se encuentran en el expediente de la autoridad migratoria. Entonces ¿para qué los piden? Parecería que para reventar la paciencia del residente y que reniegue de dar su concurso al desarrollo del país; y lo que es peor, transgrediendo la Ley del Procedimiento Administrativo General que prohíbe exigir la presentación de documentos que ya tiene la Administración.
Pero la gota que colma la paciencia del más santo, es la exigencia de requisitos que no están en el TUPA, como es la de verificar en la web de SUNAT si el empleador, que desea contratar profesionales o técnicos del exterior para sus actividades, tiene deuda tributaria, pues de tenerla, Migraciones la convierte en impedimento para contratar extranjeros o mantenerlos legalmente en el país. ¡Por el amor de Dios! cualquier contribuyente tiene derecho de reclamar y apelar determinaciones y multas fiscales e incluso contradecir ante el Poder Judicial, cualquier resolución del Tribunal Fiscal que le fuere adversa.
Pese a lo antes señalado la autoridad migratoria impide el trámite de los profesionales y técnicos que el país requiere, mientras los dilatados y morosos procedimientos de reclamación tributaria no hayan concluido, olvidando el principio de razonabilidad en la tramitología y sobre todo el de simplicidad. Confunde a Chana con Juana.
Olvida la autoridad migratoria que cuanto más demore otorgar residencia a profesionales y técnicos de alta calificación, impide que ellos puedan transferir los conocimientos de su especialidad a los trabajadores nacionales del mismo empleador, y con ello restringe el desarrollo del país.
Sería conveniente la revisión de las exageradas y nocivas exigencias migratorias, que también influyen en la recepción de inversiones foráneas. Los capitales importan, pero el factor humano también.
*Ántero Pedro Flores-Aráoz Esparza es un abogado y político peruano., ha sido Diputado, Constituyente y Congresista de la República del Perú, siempre de la mano del Partido Popular Cristiano. En el 2004, fue electo como Presidente del Congreso entre otros importantes cargos diplomáticos.
La dirección no se solidariza necesariamente con las opiniones de sus colaboradores las cuales son responsabilidad absoluta de sus autores.