«EL PLANETA TIERRA PIDE SOS»
El pasado mes en nuestro entorno no sólo familiar, sino además vecinal, llegaron al mundo dos hermosas niñas Antonella Farfán quien nació en los EEUU. de nuestro entorno familiar y otra bebé de la cual no sabemos su nombre, sin embargo nos llena de ternura escuchar su inconfundible llanto de BB recién nacida, se preguntarán estimados lectores a que viene esta introducción, pues porque el mundo esta tan convulsionado que estamos convencidos que mientras nazcan niños que son la luz y la esperanza del nuevo mundo, NO TODO ESTARÁ PERDIDO…
El planeta entero está desbordado por fenómenos naturales y los ocasionados por la mano del hombre que se ha vuelto Dios de sí mismo, y así piensa que todo lo puede, puesto que si ya llegó a la Luna, ha enviado satélites a Marte, descubierto la fertilización in vitro, “la inteligencia artificial” y el origen del genoma humano, la Tierra ya no tiene secretos para él “pobre iluso”.
La Tierra se sacude como si quisiera sacarse de encima tanta descomposición humana. Y somos testigos y sufrimos los más devastadores terremotos, huracanes, sequías, inundaciones, incendios, guerras fratricidas y descontrolados ataques terroristas, que tienen como secuela luto, dolor, carestía, e impotencia…
¿Estos embates de la naturaleza no nos deben llevar a reflexionar acerca de lo que están haciendo con sus países los líderes políticos del mundo?
Advertimos con sufrimiento e impotencia, que la contaminación no sólo es ambiental, lo execrable es la contaminación del alma, que es más difícil de sanar. Nos preguntamos además ¿Es qué estos supuestos paladines del honor y la justicia que están corrompidos hasta la médula tienen alma, conciencia, o lo que se quiera llamar?
No olvidemos que un líder no siempre es un ejemplo a seguir…Y no sólo en esta parte del continente tenemos ejemplos vergonzosos del uso del poder con fines propios, Europa, y Asia no se quedan atrás.
Retomando nuestro titular. Supuestamente, el fondo del mar ya no guarda secretos, lo que si guarda aún es una inmensa riqueza que el hombre está ávido de extraer, felizmente para la sobrevivencia del ser humano el mar es inconmensurable y puede guardar aún inmensa riqueza ictiológica, pero el hombre en su afán de codicia por extraer de sus entrañas los minerales más ricos contamina todo y así tenemos ríos contaminados con mercurio y otros químicos, que llegan al mar y de repente aparecen miles de peces muertos varados en las playas, o una ballena agonizante.
Y qué decir de las mareas negras que causan muertes de especies marinas invalorables con el derrame del petróleo u oro negro que es explotado por compañías transnacionales que no les importa más que el lucro y el poder, un poder que les otorga la fuerza del dinero, y si ese tesoro nace de las entrañas del territorio, o mar ¿No se debería usar para el bienestar del pueblo? Y no con fines políticos, que lo único que logran finalmente es que el pueblo reaccione con justas anarquías que sumen en el dolor a familias de jóvenes que pagan con sus vidas, las ansias de poder de políticos inescrupulosos y corruptos.
Nuestro país Perú se encuentra en la zona conocida como el cinturón de fuego del Pacífico, la cual concentra la mayor actividad sísmica del mundo por lo tanto los temblores y terremotos son parte de nuestro existir – no solamente los terráqueos, los políticos también suelen hacer mucho daño- sin embargo, esperamos a que el daño se produzca para entonces recién reaccionar, y restañar las profundas heridas se torna casi imposible.
Somos un país que actúa por reacción, por qué no precaver antes que lamentar. Las nefastas experiencias nos lo ha demostrado una y mil veces, pero aún nos seguimos lamentando.
Reiteramos lo que dijéramos en cierta oportunidad, de nada nos sirven los tanques, lo que nos urge son helicópteros y aquellos de última generación, puesto que ese equipo aéreo, no sólo sirve para la guerra, no señores, son de vital importancia, en un país como el nuestro tan vulnerable a los desastres, por lo tanto tiene que estar preparado para enfrentar sobre todo, las contingencias naturales y su labor sería eminentemente humanitaria.
Finalmente seguiremos confiando en que Dios es peruano, y nos evitará un desastre como el que se está esperando por el silencio sísmico de tantos años, por lo que DEFENSA CIVIL está continuamente haciendo “ simulacros” en diferentes horas y pidiendo a la población que los tome en serio y siga todas la indicaciones del caso…
¿Estará condenada alguna parte del planeta a desaparecer como la mítica Atlántida?
Salvo error u omisión no somos dueños de la verdad
Elena Tejera
Directora
Magister en Turismo y Comunicación