VISTO, LO VISTO, YA NO SE PUEDE CONFIAR NI EN LA PROPIA SOMBRA

Permítanme contarles una historia muy folklórica, pero real de tierra adentro (nuestra serranía) nos la contaron hace varios lustros cuando aún creíamos en la palabra de las personas y juramentos…nos vamos a posicionar en un lugar muy lejos de la capital en un pueblo serrano de paisaje bucólico, de personajes peculiares cuya vida sólo era pastar el ganado y sembrar el campo… Sin embargo los hijos siempre quieren conocer el mundo y en esa época sobre todo, llegar a Lima para estudiar o trabajar y crear fortuna…
Nuestros personajes serán el “Eustaquio” el hijo, y Demetrio (padre) llegó el día de la partida del Eustaquio, y al despedirse el padre lo llama y le ordena subirse a una mesa que tenía una de las patas en mal estado el Eustaquio lo mira asombrado y le replica, “pero Taita si me sobo allí yo voy cayer” sobase hijo, se lo ordena so Taita», “replica nuevamente el Eustaquio si me sobo allí yo voy cayer” sobase ¿no confía en so Taita? El Eustaquio temeroso se trepa a la mesa y ¡ZAS¡ de bruces al piso… adolorido y asombrado mira a su padre… el Demetrio muy serio le dice, “para que no lo olvede que en la capital no puede confiar ni en so sombra…»
Esta sencilla anécdota pero real como la vida misma, nos la trae a la memoria los “enjuagues” y arreglos” que han ocurrido en el congreso de la Republica del Perú para otorgar el voto de confianza al nuevo gabinete ministerial, alianzas imposibles de concebir donde se han juntado, por intereses inconfesables, perro, pericote y gato, y ya no está nuestro San Martín de Porres para santificarlos…
En esta época de cambio, en la que muchos de los que creíamos valores fundamentales de la vida ya no tienen valor, la peculiar frase “le doy mi palabra” o “está de por medio mi honor” o Jurar por la Constitución que es lo más sagrado que tiene un país, son frases o actos “demodeé”, sin valor, porque los parámetros morales han sufrido incontables cambios, y las aguas que corrieron debajo de los puentes han arrasado con todo, cual el «huaico» más furioso y lleno de lodo, llevándose de encuentro la ética y las buenas costumbres en pos de intereses bastardos … Los Congresistas, juran por la plata o por lo que se les ocurra, lo importante es llegar y entornillarse allí…
El mundo se desarrolla sobre la base de convenios y tratados, y son estos, sólo el feliz resultado de un intercambio de ideas que tal vez fueron una quimera en principio, pero, que al concretarse se convirtieron en tratados de paz, intercambio y desarrollo, que debe ser el «leitmotiv» de toda persona quien aspire a trabajar por el país y en función de PATRIA
Existen más de 8,500 millones de seres humanos en el mundo que nos toca vivir, en diferentes continentes y países, nos expresamos en idiomas distintos, profesamos diversas religiones e ideologías políticas y nos conducimos bajo diferentes códigos morales, pero sin embargo nos mantenemos unidos sólo por el hecho de poder comunicarnos y, sobre todo, por honrar la palabra empeñada. Naturalmente eso también implica el respeto por el tiempo de los demás, queremos decir: la hora es la hora. Tenemos que sacudirnos de los hábitos vergonzosos que no queremos ni recordar. Si respetamos la palabra empeñada, el mundo puede seguir su curso. El respeto a la palabra tiene una connotación casi sagrada, imaginemos si no la total confusión si los gobernantes no respetaran los tratados de paz, convenios y programas establecidos en todos los campos del diario vivir, no queremos ni pensarlo, sería peor que LA TORRE DE BABEL…
En turismo, si no cumpliéramos con la palabra empeñada sería catastrófico, ya que lo que ofrecemos y vendemos es intangible hasta que no se llegue al lugar de destino. El usuario sólo está confiando en el maravilloso atractivo que describimos, y deja volar su imaginación a través de nuestras palabras, por eso seamos conscientes de lo que estamos ofreciendo y no hagamos promesas que no podamos cumplir. Es asimismo la razón, por lo que al turismo se le conoce como la industria de los sueños.
Y siguiendo con el tema en cuestión que a todos nos involucra, la FALTA DE SEGURIDAD… base fundamental para el buen funcionamiento del turismo. Los accidentes de tránsito donde a diario mueren personas, por la irresponsabilidad de los chóferes que no están acostumbrados a respetar reglas. Siempre nos enseñaron que se debe predicar con el ejemplo… ¿Con qué ejemplo?…
¿Nos preguntamos existe la tal autoridad? Sentimos vergüenza ajena cuando un gerente de un prestigioso hotel nos comentaba que nunca había visto en ningún país donde había trabajado, el maltrato físico que sufre nuestra Benemérita Policía Nacional, por vociferantes y destructores “supuestos” humildes trabajadores.
Finalizando nuestro comentario de esta semana ¿Nos preguntamos? ¿Cómo queda la imagen de Perú si sus habitantes no respetan sus propias leyes?
Copiamos literalmente el pensamiento de Noam Chomsky “El papel de los medios de comunicación en la política contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo y de sociedad en los que queremos vivir, y qué modelo de democracia queremos para esta sociedad”…
Elena Tejera
Directora
Magister en Turismo y Comunicación
Fotos/ Internet.