SLEEP TOURISM, EL ÚLTIMO CAPRICHO DE MILLONARIOS

UN MICRO NICHO QUE VA EN AUMENTO
Periódicamente aparecen nuevos tipos de turismo, es decir, nuevas actividades a llevar a cabo en el destino al que viajamos. Es conocido, por supuesto, el turismo de sol y playa, el de deportes de aventuras, el de compras, el de salud, que consiste en viajar para que un médico nos opere o para recibir un tratamiento intensivo, el Dark Tourism, o turismo oscuro.
Pero la última variedad que está apareciendo en algunos foros es realmente chocante: es el sleep tourism o ‘turismo del sueño’, una práctica viajera cada vez más en auge y que consiste en dormir y descansar en sitios (muy) alejados del mundanal ruido.

FRAN-CA-MENTE… pagar para ir a dormir en un lugar remoto… ¿Significa que están hastiados de todo?… es el hastío del dinero...
Observen hasta dónde llega el hombre de hoy: viaja a lugares perdidos no para ver el lugar, sino para disfrutar de su silencio. Aunque, a más cansancio después del viaje y más efecto del jet lag, dormir al llegar está garantizado casi hasta en la quinta avenida de Nueva York.
Como siempre hay gente para todo, aparecen organizaciones, folletos, páginas web y destinos que se adhieren y alguien monta su pequeño negocio en torno a cómo pasar vacaciones para desconectar y dormir a pierna suelta en lugares remotos, privados y aislados del mundo, y a hoteles con mucho encanto.
La lista de lugares recomendados empieza por Bután, donde hay que pagar 100 dólares por noche y persona en impuestos, aparte de todos los gastos habituales. Y después viene una larga lista de lugares pacíficos a los que el turismo no aporta precisamente sostenibilidad en su tranquilidad.