POR QUÉ DEBO RENOVARME EN LA HOSTELERÍA
Por Jordi Rosell*
Existen seis factores externos fundamentales que impactan de tal manera en cualquier negocio de restauración que obliga a su dueño a enfocar de otra manera su forma de actuar y renovarse.
1. Las Crisis
No solamente la crisis ha traído una disminución de los ingresos globales debido a la menor capacidad adquisitiva de los clientes, sino que ha obligado a cada negocio a reinventarse para seguir dando calidad con márgenes más ajustados. Por otra parte, las presiones fiscales, las inspecciones y los costes laborales también han generado la necesidad de hacer las cosas con más disciplina y rigor.
2. Nuevas tecnologías
La velocidad de creación de las nuevas tecnológicas es imparable y su impacto sobre cualquier negocio es constante y continuo. Estas innovaciones impactan en todos los ámbitos, desde los sistemas informáticos, los procesos de producción o los sistemas de control hasta el uso de drones para el reparto a domicilio, pagar con tu móvil o el coche de Google sin conductor para llevar los clientes.
3. Internet
Las consecuencias del uso de Internet siguen superándose día tras día y ya no solo estamos hablando de páginas webs, redes sociales o sistemas de reservas, sino de sofisticadas herramientas de interacción digital que permiten una relación online entre el cliente y el restaurante nunca vista antes. Vivimos en un mundo digital en plena ebullición.
4. Las tendencias
El comportamiento de la demanda, la profesionalización del consumidor, las tendencias gastronómicas, las innovaciones en diseño, la globalización, la fusión de cocinas, la calidad de los productos, o el impacto de la generación digital que empieza a entrar en el mercado laboral son solo unos cuantos ejemplos de lo que está pasando allí fuera.
5. Los colaboradores
El objetivo primordial que persigue un restaurante es vender una experiencia, pequeña o grande, de alta gastronomía o no. Y la parte fundamental de esta experiencia está en el servicio. Los valores, la dedicación, la competencia y el compromiso de los empleados son determinantes y la manera de relacionarse con ellos ha cambiado, ya que sus aspiraciones, motivaciones y prioridades personales son diferentes. Y todo esto en un marco operacional de obligada alta productividad.
6. El cliente
Como siempre, es el único que manda. Esto sí que no ha cambiado. Sin embargo la gran diferencia es que hoy manda antes, durante y después de consumir y su opinión se repercute instantáneamente a nivel global. Es fundamental conocer al cliente más en detalle que antes. Saber su comportamiento, sus motivaciones y sus expectativas. Es mucho más fácil que antes, pero también mucho más arriesgado.
La hostelería tradicional y los pequeños negocios familiares tienen que seguir siendo tradicionales y auténticos. Sin embargo, es imprescindible que profesionalicen su gestión, que se abran a estos factores externos y no sufrirlos. Verlos como oportunidades y no amenazas.
El problema fundamental para dar el salto es el tiempo. El tiempo que se dedica a otra cosa que no sea hacer funcionar la marcha operativa de su negocio “parece” menos relevante, pero no es así. No hay otra alternativa, hay que salir del día a día, darse la oportunidad de mirar su situación desde otra perspectiva y renovarse.
*Director de FORMAHOSTEL
Cursos de formación Turistica on line
http://www.formahostelblog.com/