SE FUE VICTORIA SANTA CRUZ A UN MUNDO MEJOR
La última semana de agosto ha sido muy triste para los peruanos que hemos sufrido tres pérdidas muy importantes para el país, cada una en su tiempo y espacio, la primera enlutó al periodismo, la segunda ligada a la cultura afroperuana, y la tercera enluta nuevamente a la política peruana que pierde a otro de sus líderes, en tan poco tiempo.
El lunes 25 tuvimos la lamentable noticia de la muerte de Enrique Zileri Gibson, connotado periodista peruano, y el día 30 recibimos la no menos triste noticia de la muerte de una gran mujer, a la cual admirábamos mucho por su fuerza, su carácter, y personalidad, nuestra historiadora, investigadora, compositora, coreógrafa y diseñadora, exponente del arte afroperuano la Sra. Victoria Santa Cruz y para cerrar el circulo, también falleció el mismo día que Victoria, a otra hora por cierto, el expresidente del Senado y líder histórico del Partido Popular Cristiano (PPC), Felipe Osterling Parodi, gran defensor de la democracia y distinguido jurista limeño…
Retornando a lo que motiva este editorial, Victoria fue una mujer cultísima, a la que tuvimos el placer de conocer, quien siempre decía que había tenido la suerte de nacer en un hogar de negros cultos, de lo que se sentía muy orgullosa.
Tuvimos la oportunidad de verla en el teatro interpretando ese hermoso poema antirracista “Me gritaron Negra” con tanta fuerza, energía y señorío, que no pudimos contener las lagrimas.
De acuerdo a la biografía en Wikipedia nos indica que fue “Hija de Nicomedes Santa Cruz Aparicio y Victoria Gamarra, se inició en el mundo de las tablas con el grupo Cumanana (1958), junto a su hermano menor Nicomedes Santa Cruz Gamarra, famoso decimista y poeta. Becada por el gobierno francés, viajó a París para estudiar en la Universidad del Teatro de las Naciones (1961) y en la Escuela Superior de Estudios Coreográficos. En esta última destacó como creadora y diseñadora del vestuario de la obra El retablo de don Cristóbal, de Federico García Lorca, y en La rosa de papel, de Ramón del Valle Inclán. De vuelta en su país, fundó la compañía Teatro y Danzas Negras del Perú, con la que realizó presentaciones en los mejores teatros nacionales, así como en la televisión. Este grupo representó al Perú en las festividades con ocasión de los Juegos Olímpicos de México 1968, en las cuales recibió medalla y diploma por su labor”..
De ese grupo de Teatro y Danzas Negras del Perú, tengo una hermosa relación con tres de sus integrantes los hermanos Cheves, Carlos, Juan, y Flavia Rosa, mis ahijados queridos, ya que ellos junto a una parte del elenco original, formaron otro grupo, del que fui madrina y que siguió cultivando el arte negro una vez que Victoria se fue para los EE.UU.
Mi admirada Victoria, el cielo se vestirá de jarana criolla con décimas, zamacuecas, y cajón, al encontrase allá arriba, con Don Nico, con Rafael, padre e hijo y tú Sra. del arte negro, y en tu homenaje para que siempre te recuerden copiaremos el poema que tanta impresión nos causó…
“ME GRITARON NEGRA”
Tenía siete años apenas,
apenas siete años,
¡Qué siete años!
¡No llegaba a cinco siquiera!
De pronto unas voces en la calle
me gritaron ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¿Soy acaso negra?, me dije
¡SI!
¿Qué cosa es ser negra?
¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía.
¡Negra!
Y me sentí negra,
¡Negra!
Como ellos decían
¡Negra!
Y retrocedí
¡Negra!
Como ellos querían
¡Negra!
Y odié mis cabellos y mis labios gruesos
y miré apenada mi carne tostada
Y retrocedí
¡Negra!
Y retrocedí…
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
Y pasaba el tiempo,
y siempre amargada
Seguía llevando a mi espalda
mi pesada carga
¡Y cómo pesaba!
Me alacié el cabello,
me polveé la cara,
y entre mis entrañas siempre resonaba la misma palabra
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
Hasta que un día que retrocedía, retrocedía y qué iba a caer
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¿Y qué?
¿Y qué?
¡Negra!
Sí
¡Negra!
Soy
¡Negra!
Negra
¡Negra!
Negra soy
¡Negra!
Sí
¡Negra!
Soy
¡Negra!
Negra
¡Negra!
Negra soy
De hoy en adelante no quiero
laciar mi cabello
No quiero
Y voy a reírme de aquellos,
que por evitar –según ellos–
que por evitarnos algún sinsabor
Llaman a los negros gente de color
¡Y de qué color!
NEGRO
¡Y qué lindo suena!
NEGRO
¡Y qué ritmo tiene!
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO
Al fin
Al fin comprendí
AL FIN
Ya no retrocedo
AL FIN
Y avanzo segura
AL FIN
Avanzo y espero
AL FIN
Y bendigo al cielo porque quiso Dios
que negro azabache fuese mi color
Y ya comprendí
AL FIN
¡Ya tengo la llave!
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO
¡Negra soy!
En Youtube puede ver la actuación de este hermosa poema
https://www.youtube.com/watch?v=lN5M0jehU7s
La Directora