VIAJE A LA CHINA PROFUNDA Y MÁS DESCONOCIDA
La cuna del taoísmo, el río Yangtsé y los encantos de Hubei en la nueva programación de Politours
Por Enrique Sancho*
Hay una China más o menos conocida con protagonistas como la Gran Muralla con sus 21.196 kilómetros, más del doble de lo que se creía, la populosa Pekín, los rascacielos de Shangai o Hong Kong, los guerreros de Xian y el pato laqueado… Pero hay también, dentro de ese inmenso país, una China profunda, oculta, casi secreta en la que descubrir los orígenes del taoísmo y el budismo, en la que presenciar el boxeo Wudang o escuchar la armoniosa melodía del Bianzhong tal como se interpretaba hace 2.000 años… Hay también una China que recorre el río Yangtsé, uno de los más largos del mundo, con 6.300 kilómetros, que descubre la ciudad de los fantasmas y demonios en Fengdú y que abruma frente a la gigantesca presa de las Tres Gargantas, la más grande del mundo, con sus 2.309 metros de longitud y 185 metros de altura (como un edificio de 70 pisos).
Esa China insólita que ofrece gratas experiencias al viajero es la que el mayorista Politours (www.politours.com), que lleva operando China 25 años, se ha propuesto descubrir a los españoles. Naturalmente, lo más tradicional (Pekín, Gran Muralla, Shangai, Xian y hasta el pato laqueado) está incluido en sus programas, pero lo singular es que se hace una apuesta rotunda por la provincia de Hubei, en el corazón del país amarillo, y por sus desconocidos encantos. Con 64 millones de habitantes y un territorio de 187.400 kilómetros cuadrados, aquí están por ejemplo las célebres Tres Gargantas del Yangtsé, los 13 parques boscosos y las 3 reservas naturales de importancia nacional. Las montañas Shennongjia y Wudang forman parte del Programa de Reserva Internacional de la Biosfera (MAB) y están en la Lista de Patrimonios Culturales y Naturales de la Humanidad. Las Tres Gargantas, el Pabellón de Huanghe y la Presa Gezhouba figuran entre las 40 excelencias turísticas de China. La provincia de Hubei dispone, además, de cinco ciudades de valor histórico y cultural de nivel nacional, 20 lugares de valor cultural a nivel nacional y 365 lugares de valor cultural a nivel provincial, además de las 5 ruinas urbanas y 73 lugares de vestigios culturales del reino Chu, y más de 140 sitios de vestigios históricos del Período de los Tres Reinos.
Con tantos encantos es difícil centrarse en lo esencial, pero sin duda una de las visitas imprescindibles y una de las primeras al entrar en la provincia de Hubei son los montes Wudang. Reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sus palacios y templos ejemplifican los logros arquitectónicos y artísticos de la época de las dinastías chinas de Yuan, Ming y Qing. Son ejemplos de los más altos exponentes del arte constructivo y decorativo de China, y otra de las maravillas que combinan actividades humanas milenarias con paisajes asombrosos. Los edificios de estas montañas muestran un arte notable y originales técnicas arquitectónicas. Los palacios y los templos de Wudang Shan fueron construidos en la cara de la montaña, adhiriéndose en perfecto equilibrio a la topografía de la tierra, la cual dictó la escala de los edificios, los espacios entre ellos y su disposición. Los palacios aparecen en la cima de los picos, en medio de barrancos, en los bordes de los precipicios y alojados dentro de vertientes rocosas. El entorno se configura de picos, barrancos y gargantas de las hermosas montañas de Wudang. (…)
Taoísmo y Kung fu
Spon lugares estos para la meditación, el ejercicio de artes marciales chinas, las prácticas relacionadas con costumbres ancestrales, la herbología curativa, la medicina tradicional china y otras artes relacionadas. Durante la Revolución Cultural en China, entre los años 1966 y 1976, muchos monasterios fueron desalojados, quemados y seriamente dañados, pero posteriormente han sido restaurados y Wudang se convirtió en el epicentro de la cultura taoísta en el país, en lugar de peregrinaje de muchos adeptos y en centro turístico mundial gracias a sus espectaculares paisajes y a su relevancia histórica. Además es uno de los escenarios favoritos para el rodaje de películas como “Tigre y Dragón” o la superproducción norteamericana “Karate Kid”, no en vano aquí nació y sigue siendo la meca del Kung fu.
En la mitología china abundan historias de los peligrosos viajes que los antiguos chinos emprendían en busca de los paraísos Penglai, Fangzhang y Yingzhou, donde moraban los inmortales del taoísmo. La montaña Wudang es una de las taoístas que realmente existen, y es considerada inspiración para toda suerte de leyendas, contadas de generación a generación. Hace mil años, los taoístas que buscaban lugares apartados y montañosos para vivir y desarrollarse comenzaron por asentarse en la montaña Wudang. Su cumbre –el pico de Tianzhu (columna divina)– mide 1.612 m sobre el nivel del mar, y la montaña se encuentra rodeada de bosques exuberantes y abundantes yerbas medicinales. De las más de 1.800 hierbas medicinales mencionadas en el compendio de la dinastía Ming sobre la materia médica, más de 400 crecen en Wudang.(…)
En las aguas del Yangtsé
Otra de las joyas de la provincia de Hubai es el río Yangtsé, que baña una tierra de leyendas, historia y arraigada cultura. Un camino fluvial que se precipita en la belleza. Algunos lo comparan con un gran dragón, un enorme dragón de agua. Su cola, fino y puntiagudo ramillete, nace en la montaña de Tanggula Shan (al sur del continente chino) y baña el altiplano tibetano, dejando paso a una corpulenta y fluvial cintura, de Chongqing a la provincia de Hubei, pasando por las populares y míticas Tres Gargantas, esbelto trayecto que recorre siete provincias chinas, para concluir mostrando su rostro más caprichoso, alternativo y próspero al norte, la cabeza del gran dragón, del gran río: Shangai. Un trayecto apasionante que comienza en el interior la China más tradicional y concluye en el mar de la China oriental. Los desfiladeros, la selva, el recuerdo de una cultura milenaria grabada en los laterales de las montañas, las tribus, las famosas Tres Gargantas y el guiño hacia el futuro: la Gran Presa.
Un crucero por el Yangtsé es una aventura que enamora y cautiva. Como cuentan los propios chinos, en las profundidades del gran río se esconden las viejas leyendas de la tierra, se guarda con mimo la historia, la cultura y el futuro de una China, hoy con las puertas abiertas al mundo. Las grandes embarcaciones que ahora navegan el río lo hacen repletas de turistas, con camarotes de lujo, sala de espectáculos, restaurante, Internet y, sin duda lo más atractivo, los enormes ventanales que enseñan la inmensa fotografía del Yangtsé. Estos monstruos de hierro contrastan enormemente con las tradicionales barquitas de madera y telas raídas que aún se ven por estos parajes. (…)
En la capital, Wuhan
El recorrido por la provincia de Hubei no puede ser completo sin una visita a su capital, Wuhan, la ciudad más grande en el centro de China, centro de la economía, la cultura y la política de esta gran región. Wuhan ocupa la tercera posición en China en el ámbito de la Ciencia y la Tecnología. Más de 500 centros de investigación y universidades dan poderosos recursos a Wuhan para sus industrias. La atracción turística más importante de Wuhan es, sin duda, el Pabellón de la Grulla Amarilla. Es considerada como una de las cuatro grandes torres en China. El Parque de la Torre de la Grulla Amarilla ocupa una zona de colinas, e incluye torres, pabellones y corredores, formando un complejo arquitectónico y botánico que mezcla el escenario natural con la obra del hombre. Es el mejor sitio para apreciar el escenario que rodea al río Yangtze. Se ha convertido en el símbolo de Wuhan por su larga historia, su aspecto magnífico y su impresionante estilo arquitectónico (…)
Entre las obras más modernas de la ciudad, se encuentra el Primer Puente sobre el río Yangtze; los primeros intentos de construcción se remontan a 1913 con el objetivo de “transformar un abismo en una vía pública” pero no fue completado hasta 1957. Esta maravilla de la ingeniería tiene 1.670 metros de largo y un nivel para el paso de vehículos y otro para el ferrocarril. La construcción del puente comunicó por tren por primera vez el Norte con el Sur de China. El 15 de Octubre de 1957, miles de personas en Wuhan se hallaban expectantes. Se podían escuchar los vítores encima y debajo del puente. Trenes, automóviles y peatones cruzaban con seguridad el puente. Se recuerda como algo mágico.
Para vivir el ambiente de la ciudad es imprescindible acercarse a Jiqing, una calle de apariencia ordinaria durante el día, que se transforma por la noche en un laberinto desconcertante de restaurantes y músicos callejeros que interpretan música, danza, ópera y comedia en vivo. Es una experiencia altamente recomendada. La comida es abundante y barata, y hay una gran cantidad de comida local única. Como por ejemplo, el reganmian, fideos con salsa de cacahuete, salsa de sésamo y otros condimentos, el tangbao, pequeña bola de masa rellena de carne de cerdo y sopa o la mibaba, una torta ligeramente endulzada con harina de arroz.
*Director de OPEN COMUNICACION